Las prácticas de opresión en entornos de educación formal causan grandes daños psicológicos y físicos a las comunidades negres y de color, especialmente a les jóvenes. Debemos nombrar los sistemas que continúan perpetuando el racismo y otras formas de opresión y trabajar para desmantelarlos. También debemos reconstruir prácticas abiertas, inclusivas, transparentes y de afirmación dentro de los espacios de aprendizaje y las comunidades.
Los sistemas escolares deben examinar prácticas de opresión que hacen daño a les estudiantes y comunidades e implementar prácticas comprobadas para crear equidad. Entre otras, contratar maestros con diversidad racial que tengan otras identidades e implementar estrategias de enseñanzas con sensibilidad cultural.